Elegancia en negro

La idea de este hogar nace durante la pandemia, cuando sus propietarios toman una importante decisión: dejar el centro de la ciudad para mudarse a una zona más tranquila.

Buscan una nueva vida. Poder disfrutar de una casa unifamiliar, tranquila, con espacios amplios y muy luminosos.

Con esta premisa en mente, el arquitecto Héctor Hidalgo de Roibos da forma a la casa. Orientándola hacia el sur, consigue que sus propietarios disfruten al máximo del sol en cada una de las estancias, aportando gran valor a la luz natural que proviene del exterior.

En colaboración con Sergi Quilez i Marin, cobra vida la cocina que preside la planta principal del hogar. 

Nada más verla, su identidad queda reflejada al instante. El color negro es el gran protagonista.

A la hora de hacerla realidad, tanto su distribución como su estética han sido cuidadas al milímetro, en busca de dos claros objetivos. El primero de ellos, poder cocinar y disfrutar de la compañía familiar al mismo tiempo.

Para hacerlo posible, la amplia isla funciona como eje central de la cocina.

Incluye placa de cocción, zona da aguas, y espacio de trabajo; perfecto para que sus dueños puedan cocinar mirando hacia el salón-comedor de la vivienda, lo que les permite disfrutar también de las vistas al jardín exterior.

El segundo objetivo reside en la integración absoluta de la cocina con el espacio.

En este momento, el color negro entra en juego. Sobrio y elegante a partes iguales, lo encontramos presente en gran cantidad de rincones de la estancia, defendiendo una atmósfera única.

Combinado con otros elementos del hogar, como los amplios ventanales, los techos en tonos claros, o la imponente escalera de cemento; el acabado negro de la cocina brilla con una luz propia.

Esta es la prueba más clara. ¡Una cocina negra también puede ser muy luminosa!

Potenciando la imagen de sobriedad y elegancia, el material de la encimera se prolonga a lo largo de los muebles contiguos. De esta forma, el carácter del revestimiento Storm de la firma Inalco abraza por completo la isla central.

¡El resultado no podría gustarnos más!